Si prefieres recibir esta información en modo audio te invitamos a escuchar nuestro podcast: Cabal Cafe EP#6 Clima, suelo y café bajo sombra: retos de la transición hacia una agricultura orgánica con Diego Chavarria productor de Colombia

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Continuando conversaciones nuestras cafeteras, pusimos la mirada esta vez en el campo y las buenas prácticas de los agricultores que influyen en la calidad del café, además de las difíciles condiciones climáticas que nos afectan a todos. En esta ocasión entrevistamos a Diego Chavarria, un productor de Colombia.

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Francy: Diego, ¿empecemos porque nos cuentes cómo ha sido esa transición al mundo del café especialidad?

Diego: Yo soy profesional de la agronomía, estuve por fuera del país y creo que ahí fue donde cambió mucho mi pensamiento en la forma de ver cómo otros países generan unos procesos tanto laborales y productivos diferentes. Después de muchos años, yo me vine a vivir a la finca en pandemia y aquí comencé a descubrir todo el potencial que tenía la finca. El terreno tiene 10 hectáreas, normalmente solo se cultivaba una hectárea, eso era lo que había en café viejo y ahora, gracias a Dios, ya vamos más o menos en cuatro hectáreas. Hay una hectárea que la tenemos en zona de protección de nacimiento, entendiendo hoy en día la importancia de que el agua, la microbiología, el entorno es vital para el proceso suelo. El acceso a esta zona antes era muy difícil, hoy en día tenemos hasta internet, en el camino fuimos conociendo a  amigos que nos fueron indicando qué podíamos hacer para ganar y darle un valor agregado a nuestro café.

‍Francy: Un punto muy importante de lo que acabas de mencionar es la conexión con la naturaleza para entender cómo funciona el ecosistema y utilizar eso a favor en la producción de un café de calidad.

‍Diego: Sí, mira que de esas cosas que vas aprendiendo en el camino, sobre todo cuando vas hablando con agricultores que ya conocen la zona, que viven en la zona, entonces comienzas a entender los ciclos naturales que tienes que respetar. Simplemente con observación y análisis, eso nos ha ido ayudando a comprender que estamos en un entorno que nosotros cohabitamos, pero que al mismo tiempo necesitamos generar dinero. El tema de no tener la capacidad económica inmediata, pues hace que comiences a explorar, a incluir abonos orgánicos, abonos verdes, la agroecología y el mundo de los microorganismos. Darle manejo a nuestros residuos y pensar, qué pasa si a la cereza de café la enriquecemos con cal, con cáscara de huevo y con la ceniza del fogón, también con otro tipo de hojarascas de suelos del bosque. Entonces comienzas a aprender todo eso y comienzas a ver qué hay todo tipo de abonos espectaculares para ciertas cosas, unos para producir más café, otros para tener más follaje, otros para tener más raíces. 

En este tema de las prácticas orgánicas o de la producción orgánica también se cae un poco en el error de pensar qué orgánico es no hacer nada por el cultivo y dejarlo solo, en el tema ecológico también puedes analizar si necesitas ingresar algo sintético o algo químico de acuerdo con las condiciones del lugar. Es importante entender dónde estás ubicado, Colombia es el país más lluvioso y comienzas a ver que tienes un gran suelo, pero, por ejemplo, en el cultivo las arvenses se salen de control y gastas más dinero en limpieza que en el mismo café. Es más importante tener un suelo bien nutrido donde todo crezca, si tienes un buen suelo, si tienes un buen sitio donde sostenerte, todo va a crecer, todo se va a dar bonito. A veces nos preocupamos por el cultivo en sí y por la producción en sí y se nos olvida el suelo.

Cuando nosotros volvimos a la finca, el cafetal tenía unos 15 a 20 años, era un cafetal viejo. No lo tumbamos porque era lo único que estaba dando en ese momento. Tengo caturra roja y caturra amarillo, pero esas caturra estaban sin hojitas y secos. Pero cuando miras el concepto de por qué no tienen la mejor posibilidad, porque no le aplicas un microorganismo, porque no le haces un té de estas pócimas que estamos aprendiendo a preparar. Le digo pócimas porque cada quien tiene su método y va descubriendo qué le sirve. Nosotros hemos encontrado acá un tipo de abono orgánico que lo hacemos líquido y nos ha ido muy bien con él, ya nosotros incluso le hacemos análisis químico a ese bio preparado para ver qué nos faltaría para completar. Comenzamos a aplicarlo, lo que hicimos fue darle un cuidado especial a esas plantas y comenzaron a salir adelante, hoy en día tenemos una bonita caturra, encontramos que han ido mejorando. 

Con el tema de los abonos orgánicos, es adaptarse, hay tecnologías muy económicas. Yo conseguí unos aspersores que no son a presión, sino a caudal y simplemente pongo una caneca de 200 litros, le adiciono el abono, le pongo la manguera y pongo el aspersor y hemos visto que el café está comenzando a mejorar, hemos tenido hasta cuatro floraciones, normalmente esto no se veía.
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‍Francy: ¿Pasar de una caficultura convencional a introducir prácticas orgánicas, también está influenciado por la poca disponibilidad de productos en las fincas con las vías de acceso tan complejas y el factor económico?

‍Diego: El proceso de transición, pues en muchas partes te obliga el tema económico, no teníamos cómo alimentar toda la finca en su momento, porque si no produzco no vendo. Entonces comenzamos a tener estos análisis y solamente con la observación, eso tiene un costo, sobre todo un costo mental, porque es añadir en tu rutina diaria de campo, que es mucha, que ahora tienes que hacer bocashi, biopreparados, ureas, etc. ¿Y al final dices que voy a hacer? ¿Producir abonos o producir café? 

Acabamos de pasar un verano de casi un mes que no era normal y veníamos de tres años de lluvia constante, estábamos bien asustados, pero el café resistió. Yo tengo un café recién plantado que tiene hoy en día cuatro meses, es un Borbón rosado y un Geisha y estábamos muy preocupados por esa inversión, pero resistió entonces eso a uno como que dice ¡Wow!, todo vale la pena. 

‍Francy: Desde tu experiencia, ¿cuál es la importancia de tener un café bajo sombra?

‍Diego: Nosotros comenzamos un proceso muy chévere, porque sembramos primero un lote que más o menos tiene 200 árboles de cítricos, estamos sembrando unos lotes con cierto tipo de vegetación arbórea, otros los estamos simplemente protegiendo con maíz, mientras que crecen. Pero sí, estamos ensayando diferentes tipos de sombrío, antiguamente siempre decían siembra Café con Guamo y hoy en día de donde más sacamos microbiología es de la hojarasca del Guamo. Cuando analizas y comienzas a entender los tipos de hojarasca que proceden de los otros árboles nativos, hay unos que son medio controladores de gramíneas, hay otros que son controladores de ciertos insectos, eso es observación, análisis y mucho tiempo.

La verdad estoy muy agradecido por esta oportunidad de dar a conocer mi experiencia, no es lo mismo ser profesional que ser agricultor o campesino, ya estando radicado en la finca puedo ver que hay una diferencia enorme. Poder contarle a la gente que uno sí puede hacer estos procesos que son lentos, pero si hay metas muy claras, las puedes hacer. Y yo lo que siento es que le digo es no desfallezcan, creen ustedes, Ojalá mucha gente lo pueda replicar.

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